Cuando l_s #Comploters, ávidos de nuevas experiencias, se encuentran con un profesor repleto de motivación y entusiasmo pasan cosas mágicas, y eso fue lo que sucedió en el pasado Workshop de Design Thinking. Marc Segarra nos generó un torbellino interior, despertando y conectado de manera diferente con la faceta creativa que llevamos dentro; una experiencia inolvidable y llena de aprendizajes. Much_s antiguos #Comploters ya nos habían comentado de lo interesante de este Workshop, y lo vivenciado realmente estuvo a la altura de las expectativas.
El primer día pivotó entre conceptos y ejemplos. En ese devenir pudimos aprender qué tan necesario es cambiar nuestro mindset a la hora de producir ideas. Partiendo del concepto de Design Thinking como el proceso de innovación centrado en el ser humano, nos dimos cuenta de la importancia que tiene el desarrollo de nuestra capacidad de observación y empatía. Para generar ideas relevantes para las personas, es fundamental poder ponerse en su lugar, observar en detalle, escucharlos; y hacer todo eso sin ideas preconcebidas. Tomar sus inputs de la manera más pura posible para poder entender qué es lo que realmente necesitan solucionar y a partir de ello proponer una idea innovadora que aporte valor a sus vidas. Visto de esa manera, el proceso para generar ideas presenta una dirección más interesante, de afuera hacia adentro.
La segunda jornada no fue menos interesante que la anterior. A partir de una serie de tests que apuntaban a descubrir nuestros perfiles personales y profesionales, Marc conformó estratégicamente equipos de trabajo de alto rendimiento creativo y nos propuso dar el siguiente paso… comenzar a trabajar un verdadero proceso de Design Thinking.
La consigna fue clara, l_s #Comploters teníamos que elegir un tema principal y deconstruirlo completamente, identificar necesidades alrededor de ese tema, plantear sistemas de información y lo más importante, la hibridación: conectar creativamente los diferentes conceptos, a fin de desarrollar propuestas creativas a esas necesidades. Más allá de los resultados, lo maravilloso de la propuesta fue la sinergia que se generó en los equipos. La confluencia de diferentes perfiles impulsó al desarrollo de múltiples propuestas a las que, de no ser por la diversidad de pensamientos, no hubiésemos llegado nunca de manera individual. Pudimos comprobar de manera tangible el increíble valor del trabajo en equipo.
Sin duda este Workshop vino a romper con nuestros modelos mentales, a modificar nuestro mindset de manera que podamos ser más y mejores observador_s, ser más empátic_s y desmitificar la idea de que algunas personas son creativas y otras no. Tod_s tenemos la capacidad de desarrollar ideas, tod_s somos creativ_s en mayor o menor medida. La clave está en asumirse como tal, reconocer nuestros puntos fuertes y tener la constancia de hacer. Todas las ideas, por pequeñas que sean, son valiosas; el desafío está simplemente en animarse a pensarlas.
Y tú… ¿Te animas?