Design Thinking: 5 pasos para pensar ideas

En todo este tiempo que llevas de vida sobre la faz de la tierra, seguramente hayas oído hablar de Design Thinking más de una vez. Pero, ¿sabes realmente en qué consiste esta Metodología?

Hombres pensando.
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En el correo de hoy vamos a explicarte qué es el Design Thinking y, sobre todo, cómo funciona; para que puedas experimentar por tus propios medios.

Así que guarda esta guía y úsala cuando necesites una herramienta útil para crear servicios o productos innovadores que aporten valor real a las personas.

Hombre leyendo un libro.
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Es una filosofía, un set de herramientas para ayudarte a solucionar problemas creativamente. Se usa cuando una empresa está intentando crear algo nuevo, o un equipo está intentando resolver un problema.

La particularidad que tiene el Design Thinking es que se enfoca en el lado más humano de la Creatividad y la resolución de situaciones.

El Design Thinking analiza todo el panorama de la resolución de problemas centrado en las personas, para encontrar la respuesta a:

  • 1 – ¿Para quién estás diseñando?
  • 2 – ¿Qué necesitan estas personas?
  • 3 – ¿Cómo vamos a ayudarles a resolver ese problema?

Algo que nos fascina de esta Metodología es la sensibilidad que nos obliga a tener cuando seguimos el proceso.

Nos hace mirar hacia adentro para resolver lo de afuera.

Lo que te queremos decir es que puedes involucrarte tanto como quieras para escuchar a tu alrededor para aportar propuestas innovadoras que mejoren la vida de las personas a las que van dirigidas. Nos gusta pensar que esta herramienta te hace crecer como persona e, incluso, puede ayudarte a encontrarle un mayor sentido a tu trabajo.

Niño dejando volar su imaginación.
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Es un win-win en toda regla; ganas tú, al descubrir que cada persona que conoces tiene un mensaje para ti, y ganan l_s demás al recibir algo de ti que puede mejorar sus vidas.

¿Cuáles son los 5 pasos de esta Metodología?

Te encantará saber que cada uno de ellos son muy pero muy flexibles y que por eso en cada proceso pueden utilizarse de una forma diferente.

Vamos a verlos.

Personas debatiendo.

Una vez definido el foco sobre el que trabajarás. Trata de entender a las personas para las que estás diseñando tu solución. Para esto debes, como cuando stalkeas a la persona que te gusta, lograr tener la mayor cantidad de información posible. Llénate de datos, conóceles como nadie. Puedes hacer entrevistas, crear perfiles de tus consumidores y, sobre todo, obsérvarles de la mejor manera que puedas.

Es importante que hagas este primer paso con una alta carga empática para comprenderles realmente.

Mujer pensando.

Aquí tomas todo lo que recopilaste en el primer paso y lo debes fragmentar lo más que puedas, llegar a conclusiones sobre cuáles son las necesidades de tus usuari_s. Basado en todo lo que aprendiste, ¿Qué les hace falta? ¿Qué quieren? ¿Cuáles son sus retos? ¿Cuáles son los insights que puedes usar? Detente y piensa: “vale, este es un problema que se repite mucho”, “este es un reto relevante”, “esta es una observación que podemos hacer”.

Recoge estas conclusiones y conviértelas en insights.

Cuadro renacentista.

Como si se tratase de una receta de cocina, ahora toma todo lo que aprendiste en los dos primeros pasos y propón tus soluciones: Ideas. Saca de tu cabeza posibles propuestas que conecten el insight que definiste en el paso de “Definir” con el de “Empatizar”. Aquí llega el momento cliché, que ves en las series o en las agencias: paredes llenas de Post-its, tableros con palabras random escritas por todos lados.

Libera tus pensamientos y busca que hagan match con los pasos anteriores.

Fotograma de la película “The Darjeeling limited”

¡Momento de emplatar!

Ahora deberás materializar estas Ideas. Conviértelas en prototipos. Toma tu Idea y dale forma a ese “algo” que pensaste. Puede no estar completamente diseñado, ni perfecto, ni estar codificado en su totalidad. Así sea un producto digital o un producto físico, estás intentando hacer algo rápidamente para que lo puedas testear con tus usuari_s.

En este punto, lo más importante es poder tangibilizar la propuesta para poder compartirla.

Por cierto, esto nos recuerda a una frase que solemos oír por Complot: “Fracasa pronto para volver a intentarlo pronto”. Y esto nos lleva al último paso.

Niña lamiendo un plato.

Aquí tomarás los prototipos que creaste de la Idea y los vas a intentar validar con las personas del punto 1, del paso “Empatizar”. Las personas van a utilizar tu propuesta y vas a obtener feedback de ellas en tiempo real. Con lo que te digan, volverás al comienzo, llevando tus resultados del testeo al paso 2 que es “Definir”. Para que haya un montón de nuevos insights, y con ellos puedas seguir al paso de “Idear”, donde crearás nuevas Ideas con los nuevos aprendizajes. Luego repites “Prototipo” y vuelves a “Testear”.

Y esta es la estructura del Design Thinking, puedes dar tantas vueltas como quieras o necesites. La idea es que en cada vuelta tu propuesta de valor mejore y sea cada vez más útil.

La publicidad no es una ciencia exacta.

Esperamos haberte ayudado a entender mejor el Design Thinking y, sobre todo, a que seas capaz de llevarlo a la práctica.

Si lo piensas bien, puedes aplicarlo en todas partes, hasta en tus relaciones y vida personal.

Referencias de las imágenes

  1. Los hermanos Bourellec trabajando en su despacho.
  2. Charles Eames tras los ojos de Pablo Picasso.
  3. Jack Davidson.
  4. La arquitecta Zaha Hadid hablando con un compañero.
  5. Ray Eames mostrando uno de sus diseños.
  6. Wes Anderson dirigiendo en un rodaje.
  7. Fotograma de la película “The Darjeeling limited”
  8. Autor Desconocido.

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