Muchas veces tienes algo interesante que comunicar pero, sin saber cómo, te pierdes y tu mensaje se desmorona y terminas contando algo totalmente distinto a lo que tenías en mente.
Pierdes el control de tu discurso, los nervios te traicionan y dejas de escucharte y las personas también dejan de hacerlo. O, lo que es peor, siguen escuchándote pero sin entenderte.
Si te dedicas o quieres dedicarte al mundo de la comunicación profesional, mejor que primero aprendas a comunicarte tú.
Hablar en público no es una tarea fácil, pero es un básico para cualquier persona que quiera comunicarse de manera efectiva.
Hoy te vamos a demostrar que, si mantienes el control, esto puede resultar algo más fácil. Aunque luego tendrás que meterle horas de ensayo.
Comencemos…
Es muy importante que tengas claro qué es lo que vas a contar. Una vez definido, céntrate en ese tema y elimina todo lo demás.
Mantén tu discurso simple, con una introducción, un medio y un final. Que puedan contar claramente a otr_s de qué se trató tu charla.
Mostrar tu lado más vulnerable conecta brutalmente con las audiencias. Compórtate de manera genuina y ábrete emocionalmente a tu público. Si compartes una historia personal siempre irá cargada con más sentimiento.
Nada como una buena historia para grabar tu relato en la mente de las personas.
Pregúntate por qué estás ahí. ¿Cuál es el problema que tu audiencia necesita resolver? ¿Cómo vas a ayudarles con tu mensaje? Si encuentras el “qué”, podrás seguir con el “cómo”.
Habla de su problema al inicio, si conectan, querrán acompañarte con su atención hasta el final.
Comenzar tu discurso con agradecimientos y más protocolos es del siglo pasado.
Entra de lleno y sin pedir permiso en una historia introductoria indicando cuál es el tema sin rodeos.
Debes tomar conciencia de tus gestos, que también forman parte de tu discurso. Cambia los “ehhh” y demás muletillas por silencios, aportará seguridad a tu discurso. También lucha contra los signos de nerviosismo, como cruzar los brazos o moverte adelante y atrás.
Tu público percibirá inseguridad y se desconectará de tu mensaje.
No sabes la diferencia que puede hacer este sencillo paso. Puede que sientas que haces el ridículo, pero estarás con una mejor preparación a la hora de hablar. Comenzamos con la respiración, luego soltamos los labios y finalizamos con la voz.
Venga, vamos a hacerlo junt_s ahora…
- Respiración: Levanta los brazos, respira profundo y exhala emitiendo un sonido fuerte.
- Labios: Haz BA BA BA con tu boca. Imita el sonido de un caballo.
- Lengua: Exagera el sonido LA LA LA. Lengua: Haz RRRRRR.
- Voz: Imita una sirena (Wiii uuuuh wiiii). Sirena de ambulancia, quita esa manta de tus piernas.
Ahora solo queda practicar. Cuanto más te familiarices con hablar en público mejor lo harás. Ya nos contarás qué tal te ha ido.
Referencias de las imágenes
- Fotograma de la película Forrest Gump de Robert Zemeckis.
- Cabecera del estudio de animación Pixar.
- Foto de la serie Fantastic. Ms. Maisel
- Clip de la película El Gran Dictador de Charles Chaplin.
- La actriz británica Emma Thompson antes de dar un discurso en Los Golden Globes.
- Clip de la película El Discurso del Rey de Tom Hooper.
- Clip de la película High School Musical de Kenny Ortega.
- Clip de la película Forrest Gump de Robert Zemeckis.
